Leer y escribir para aprender:
Textos que reflejan el trabajo de un aula donde se lee para aprender y se escribe para mostrar lo aprendido.

jueves, 15 de octubre de 2015

Escribir como lector: el monólogo interior



Admisión



Entré en la que seria mi próxima escuela en unos pocos minutos. Luego de caminar por unos pasillos que parecían interminables, me senté en frente de la directora. Fue allí cuando el cuestionario empezó:
-¿Cuántos años tenés?, dijo.
Parecía no tener sentido preguntar eso ya que ella sabía el año que iba a cursar y que nunca había repetido ningún año. Sin embargo, de la forma más educada, le respondí:
-Dieciséis
Me dijo:
-¿En que localidad vivís?
La respuesta a esta pregunta parecía obvia pero al contestarla tendría que agregar otros aspectos. No solo importa dónde vivo sino cuánto tardo en llegar a la escuela, qué tipo de transporte utilizo y si es seguro regresar de la escuela a la tarde teniendo en cuenta dónde vivo. Dejando todo esto de lado, respondí lo que debía responder:
-En Pacheco
Luego me preguntó:
-¿Te gusta esta escuela?
No podía responder esto con un sí o un no ya que esa no era la principal razón de mi llegada allí. Aunque me gustaba su aspecto, yo no quería estar en ese lugar, lo que a mi me gustaba era estar en mi antigua escuela y con mis amigos. Sin embargo, debido a los problemas laborales de mis padres y a nuestra forzada mudanza eso ya era algo imposible. Entonces le dije:
-Sí, es bastante linda
Finalmente me preguntó:
-¿Qué me podes decir de tu ambiente familiar?
Al escuchar esta pregunta no me quedaba claro si se refería al trato que tenía con mis padres y hermanos solamente o también involucraba a mis tíos y primos. Además, al responder a esta pregunta tendría que aclarar que estaba peleado con mi padre porque no me había querido comprar algo y también con mis primos con algo que había pasado en un partido de fútbol. Pero claro estaba que ella quería una respuesta concreta que dejara de lado los demás aspectos que no eran importantes. Luego de pensarlo por varios segundos, respondí:
-Creo que es bastante bueno según mi parecer.
Ella dijo,
-Bueno, muchas gracias. Nos ocuparemos de otros detalles luego con tus padres. Bienvenido a la escuela.
Luego se paró, me dio la mano y me escoltó a la salida

Joaquín Torres