Leer y escribir para aprender:
Textos que reflejan el trabajo de un aula donde se lee para aprender y se escribe para mostrar lo aprendido.

viernes, 15 de mayo de 2015

Esta, nuestra única tierra.

Estoy totalmente de acuerdo en que todo ser vivo modifica el ambiente en el que vive. Los animales están “programados” para hacer lo mismo durante toda su vida y no tienen la capacidad de razonar o decidir sobre lo que están haciendo. Pero sí los humanos, tal como lo describe Brailovsky, en un fragmento: 
“El hombre es el único ser vivo que tiene capacidad de abstracción, de simbolización y de horror; el único que sabe que va a morir y de tener conciencia de sus limitaciones; y de tener autoconciencia de sus actos, causas y consecuencias."
 Esto nos demuestra que el ser humano es quien más modifica el ambiente, desequilibrando el ambiente mediante “saco de aquí y coloco allí”. Este desequilibrio podría rectificarse, utilizando la más preciada dotación humana: CONCIENCIA. Todos sabemos que nada es invulnerable a nada. Todos sabemos que, aunque sea más resistente o menos, todo es destruible; por lo menos las cosas que uno puede frecuentar cotidianamente a escala de tamaño humana. Si sabemos esto, deberíamos entonces tomar conciencia y limitarnos en cuanto a no llegar al borde de resistencia de las cosas y medioambiente.
 Dando una vuelta de tuerca, vayamos a algunos aspectos más puntuales. Vamos al ejemplo del combustible. El petróleo es utilizado en la actualidad para muchas cosas: combustible, insecticidas, etcétera. El combustible es utilizado para abastecer a los motores, por ejemplo, de vehículos. Se sabe que los desechos combustibles de un automóvil son contaminantes para el medioambiente e influyen en las condiciones climáticas globales. Sin embargo, me atrevo a decir que el 99% de las infraestructuras o estaciones de servicio son abastecedoras de combustibles fósiles (petróleo).  Transformar las estaciones de abastecimiento de combustible en estaciones para vehículos que funcionen a base de electricidad es, como imaginarán,  una obra mundial de completa complejidad que en un principio sólo sería accesible para países de “primer mundo”, a los que sin embargo les tomaría muchos años reestructurar todo.
 Si lo miramos ecológicamente, esto es totalmente favorable a la naturaleza. Pero, pongámonos en el lugar de los grandes comerciantes del petróleo. Ellos tienen un buen bienestar económico a causa de sus negocios, y, a causa de la tiranía, su interés en la naturaleza no supera en absoluto su interés por su bienestar económico . Además, el petróleo a la gente le es  de extrema utilidad, en lo concerniente al transporte y demás servicios. Significaría una pérdida colosal de ganancias si estos cambios se efectuaran, y nadie quiere que su castillo de sacrificio le sea arrebatado a pesar de sus pacíficos y benéficos fines.
En general, pienso que rehacer estas infraestructuras será indudablemente llevado a cabo en algún momento, teniendo en cuenta además que el petróleo es un recurso no-renovable. Será sin embargo esta una obra de cientos de años, y requerirá gente moderna y más a dispuesta a perder alguna vez.

Samuel Colella, 3º