Estoy
totalmente de acuerdo en que todo ser vivo modifica el ambiente en el que vive.
Los animales están “programados” para
hacer lo mismo durante toda su vida y no tienen la capacidad de razonar o
decidir sobre lo que están haciendo. Pero sí los humanos, tal como lo describe
Brailovsky, en un fragmento:
“El hombre
es el único ser vivo que tiene capacidad de abstracción, de simbolización y de
horror; el único que sabe que va a morir y de tener conciencia de sus
limitaciones; y de tener autoconciencia de sus actos, causas y consecuencias."
Esto nos demuestra que el ser humano es quien más modifica el ambiente, desequilibrando
el ambiente mediante “saco de aquí y
coloco allí”. Este desequilibrio podría rectificarse, utilizando la más
preciada dotación humana: CONCIENCIA. Todos sabemos que nada es invulnerable a
nada. Todos sabemos que, aunque sea más resistente o menos, todo es destruible;
por lo menos las cosas que uno puede frecuentar cotidianamente a escala de
tamaño humana. Si sabemos esto, deberíamos entonces tomar conciencia y limitarnos en cuanto a no llegar al borde de
resistencia de las cosas y medioambiente.
Dando una vuelta de tuerca,
vayamos a algunos aspectos más puntuales. Vamos al ejemplo del combustible. El
petróleo es utilizado en la actualidad para muchas cosas: combustible,
insecticidas, etcétera. El combustible es utilizado para abastecer a los
motores, por ejemplo, de vehículos. Se sabe que los desechos combustibles de un
automóvil son contaminantes para el medioambiente e influyen en las condiciones
climáticas globales. Sin embargo, me atrevo a decir que el 99% de las
infraestructuras o estaciones de servicio son abastecedoras de combustibles
fósiles (petróleo). Transformar las estaciones de abastecimiento de combustible en estaciones para vehículos que funcionen a base de electricidad es, como imaginarán, una obra mundial de completa complejidad que en un principio sólo sería accesible para países de “primer mundo”, a
los que sin embargo les tomaría muchos años reestructurar todo.
Si lo miramos
ecológicamente, esto es totalmente favorable a la naturaleza. Pero, pongámonos
en el lugar de los grandes comerciantes del petróleo. Ellos tienen un buen
bienestar económico a causa de sus negocios, y, a causa de la tiranía, su interés en la naturaleza no supera en absoluto su interés por su bienestar económico . Además, el
petróleo a la gente le es de extrema
utilidad, en lo concerniente al transporte y demás servicios. Significaría una
pérdida colosal de ganancias si estos cambios se efectuaran, y nadie quiere que su castillo de sacrificio le sea arrebatado a
pesar de sus pacíficos y benéficos fines.
En
general, pienso que rehacer estas infraestructuras será indudablemente llevado
a cabo en algún momento, teniendo en cuenta además que el petróleo es un
recurso no-renovable. Será sin embargo esta una obra de cientos de años, y
requerirá gente moderna y más a dispuesta a perder alguna vez.
Samuel Colella, 3º